En esta obra, John L. Tone desmonta algunos de los mitos que han deformado la historia de la Guerra de la Independencia española (1808-1814) y que presentaban la movilización guerrillera como fruto del ardor patriótico o del simple bandidaje. Por el contrario, la guerra de guerrillas se explica aquí como una reacción de autodefensa de las comunidades campesinas contra el carácter predatorio del ejército de ocupación. Es por ello que la guerrilla se nutría de labradores propietarios que luchaban por sus propios intereses, ligados a la «economía moral» del Antiguo Régimen.