Se han producido varias muertes misteriosas en una isla de Alaska, así como un ataque por sorpresa a Dirk Pitt durante el reconocimiento de un submarino japonés hundido durante la Segunda Guerra Mundial. Se trata de hechos inconexos, pero que ponen a Pitt en el rastro de una vasta conspiración.
A finales de la guerra, los japoneses habían protagonizado un último y desesperado intento de atacar a Estados Unidos con el envío de dos submarinos a la costa oeste con una peligrosa carga: un virus letal. Los submarinos se hundieron.
Sin embargo, las armas bacteriológicas no perdieron su mortífera capacidad. Y no falta gente sin escrúpulos dispuesta a aprovecharse de ello. Por eso, junto con sus hijos gemelos, Dirk, ingeniero marino y Summer, bióloga marina, Dirk Pitt se dispone a localizar y a aniquilar la amenaza mediante una arriesgada operación. Y ello a pesar de que nunca se había enfrentado a un enemigo tan despiadado y con tanto poder de destrucción.