Ésta es una obra seria y divertida presentada en forma de relatos cortos cuyos títulos se ordenan alfabéticamente, y por eso parece un diccionario. Se ocupa del mundo y sus circunstancias, o sea, de socioecología. Socioecología es la denominación provisionalmente adecuada para la emergente habilidad académica o profesional que conduce a interpretar y tratar de resolver los fenómenos y problemas ambientales a la luz de las ciencias sociales y, asimismo, a comprender algunos fenómenos sociales a la luz del conocimiento ecológico. El análisis socioecológico, practicado con rigor y ecuanimidad, pone en cuestión la mayoría de los axiomas sobre los que se levanta el actual orden socioeconómico mundial, aunque su objetivo primordial no es liarse a golpes con nadie, sino contribuir a la consolidación de la cultura de la sostenibilidad. Todo sería muy sencillo si los males socioambientales emanaran directamente de cuatro perversos concretos. La realidad es mucho más compleja, las perversidades se encuentran muy repartidas y un gran número de aristas cortantes no tienen padre conocido. La socioecología trata de conciliar intereses y de resolver posiciones. Mucho más que de denunciar, trata de solucionar, apuntando salidas y nuevas estrategias. La imaginación, arma del ingenio, diseña lo real que vendrá. La fantasía, escudo de la impotencia, sueña con lo irreal de toda la vida. El sostenibilismo, imaginativamente, se alza con la posesión de la duda. «Cuando tuvimos la respuesta nos cambiaron la pregunta», rezaba un grafitto en una pared de Bogotá. Por eso, más que el know how comienza a tener un especial valor el know know, el «saber saber».En esta obra se habla de estas cosas. Con gran seriedad, pero recurriendo a menudo a la ironía y al sarcasmo. Para tratar de mejorar la realidad cambiando las mentalidades, porque, como dijo el Mahatma Mohandas Gandhi, «la naturaleza puede satisfacer todas las necesidades de los humanos, pero no su codicia».
