Sin alharacas ni presunciones, Javier Mar#as se ha convertido en uno de los indiscutibles maestros del actual columnismo, como puede comprobarse en los ciento cuatro art#culos contenidos en A veces un caballero, escritos entre 1998 y 2001. Casi siempre educado, resulta sin embargo m#s impertinente que cualquier provocador profesional, sin m#s adorno que el de la diversi#n, su prosa es siempre punzante y #gil; dotado para la vehemencia contagiosa, tambi#n es capaz de hacer soltar a menudo la carcajada; sin rehuir los asuntos cotidianos, nos lleva a pensar en nuestro tiempo de manera inesperada y profunda; sus rememoraciones ocasionales nunca caen en la excesiva nostalgia, pero logran emocionar sobriamente. Todo ello, cada vez, en el espacio de tres o cuatro p#ginas tan s#lo. El autor consigue crear un estado de #nimo con cada pieza, y, lo que es m#s importante, hace que sus relatos y sus reflexiones lleguen a afectarnos personalmente, y que tras su lectura veamos un poco m#s claro y limpio el mundo por el que transitamos. «A veces un caballero... y a veces un rufi#n», como el propio Javier Mar#as reconoce en su pr#logo, sus impecables razonamientos, sus evocaciones, su inconformidad y su guasa obran como infalible est#mulo para la inteligencia.